En la era del exceso de información, la atención ha pasado a ser un bien escaso.
Vivimos sometidos a los cantos de sirena de las nuevas tecnologías: notificaciones, anuncios, redes sociales y un sinfín de entretenimientos a la carta nos reclaman a todas horas. En un entorno digital hostil que explota nuestras vulnerabilidades psicológicas para tenernos enganchados, ¿cómo podemos recuperar el control sobre nuestra atención y perseguir nuestras verdaderas metas vitales?
¿Cómo podemos defender nuestra autonomía y nuestra capacidad de reflexión, todo aquello que nos permite «querer lo que queremos querer» en lugar de lo que quieren que queramos?